O Alcalde socialisto de Vigo é condenado pola xusticia a derrubala de urxencia pero segue negándose

sábado, 31 de março de 2012

Rueiro franquista do Arsenal Militar de Ferrol

Asociación Ferroltera Nosa Memoria

Almirante Vierna y Crucero Baleares.
En 1935, se destinó a Manuel Vierna Belando al Arsenal de Ferrol, donde se encontraba, cuando comenzó la guerra civil, el 18 de julio de 1936, momento en que ocupaba el puesto de Jefe del Estado Mayor de Ferrol, plaza en la que los sublevados se hicieron con los dos únicos cruceros pesados, el Canarias y el Baleares, armados con ocho cañones de 203 mm cada uno (el “Baleares”, aun construcción, no montó su cuarta torre de artillería hasta el verano de 1937). Debido a la falta de unidades navales sublevadas, se le nombró comandante del nuevo e incompleto crucero Baleares, que entro en servicio en diciembre de 1936. Se unió al resto de fuerzas, que operaban en las aguas del estrecho de Gibraltar, donde participó en numerosas acciones, tanto de vigilancia y control del bloqueo, como en repeler los ataques de la aviación gubernamental, así como en misiones de bombardeo sobre las poblaciones costeras.
Mientras estuvo al mando del crucero, a pesar de ser capitán de fragata, se le trató como capitán de navío, para no rebajar la categoría del mando del buque, tras la Batalla del cabo Cherchel, ascendió directamente a Contralmirante, y se le otorgó el mando de la división de cruceros.
La noche del 5 al 6 de marzo de 1938, los tres cruceros nacionales escoltaban a dos mercantes bajo el mando del almirante Vierna, los dos cruceros sublevados se hicieron a la mar desde Palma de Mallorca como protección lejana de un convoy que transportaba material de guerra desde Italia. El mismo día, la flota de la República formada por dos cruceros ligeros (el moderno Libertad y el antiguo Méndez Núñez) y cinco destructores zarpa desde Cartagena. Así las dos escuadras avanzaban en la oscuridad sin saber una de la otra hacia cabo de Palos. A las 00.36 casi a la vez los cruceros Libertad y Méndez Núñez y cinco destructores avistaron a los tres cruceros nacionales a 2000 metros, solo uno de los destructores pudo disparar torpedos antes de perder contacto. Las dos escuadras hicieron varios cambios de rumbo, pero a las 02.00 el Baleares descubrió de nuevo a la escuadra republicana y el almirante Vierna decidió abrir fuego a unos 2000 metros, cometiendo el error de disparar proyectiles iluminantes alrededor del horizonte, con lo que descubrió claramente a sus buques. Esta vez los republicanos tuvieron tiempo de responder, el Libertad alcanzó al Baleares y casi de forma simultánea también por dos torpedos (lanzados por el destructor Lepanto probablemente) que volaron el pañol de municiones de proa y el puente, el buque se detuvo, escorando rápidamente y con varios incendios a bordo. El Canarias, que le seguía, esquivó los restos, y guió al Cervera fuera de la acción alejándose y dejando solo al Baleares, que en pocas horas se hunde por completo. Los republicanos abandonan también el combate continuando su patrulla. Los destructores ingleses Boreas y Kempenfelt acuden a ayudar al salvamento de los náufragos. Rescatan a 435 hombres, trasladando a los sobrevivientes al "Canarias" y al "Almirante Cervera" que retornan al sitio al amanecer. Con el Almirante Manuel Vierna Belando se hundió, todo su Estado Mayor, el comandante del buque, 35 oficiales, 685 suboficiales y marineros.
El Soldado Lois
Manuel Lois García, soldado de Infantería de Marina , Natural de Órdenes (La Coruña), es reclutado, el 13 de agosto de 1936, siendo alta en el Grupo de Fuerzas del Cuerpo de Infantería de Marina de Ferrol, puerto naval que había sido conquistado por los sublevados el 21 de julio, el quinto día de rebelión.
El 2 de octubre de 1936 pasa a servir en el crucero “Baleares”, asignándole como puesto de combate el de telefonista del cañón 4 de 120mm. El 7 de septiembre de 1937, navegando a unas seis millas de la costa argelina, los serviolas del “Baleares” avistan una formación escoltada por los cruceros “Libertad” y “Méndez Núñez” procedente de Argel y con un cargamento de material de guerra destinado a Cartagena y Alicante. El “Baleares” impide el arribo del convoy a puerto aunque es tocado por los disparos del crucero Libertad. El soldado Manuel Lois García fue uno de los tres fallecidos del “Baleares” en este combate naval conocido como la Batalla del cabo Cherchell.
Documento literal oficial redactado por el teniente de Navío de la dotación del Crucero Almirante Cervera, de 17 de agosto de 1938 en el que relata con detalle la trágica muerte del soldado ordense:
Que a las 10 de la mañana del día 7 de Septiembre de 1937 encontrándose el Crucero “Baleares” en las proximidades de Argel avistó a Fuerzas Navales rojas formadas por, los Cruceros “Libertad” y “Méndez Núñez” y ocho Destructores convoyando cuatro barcos mercantes; el citado buque abrió fuego sobre el enemigo, entablándose combate seguidamente durante el cual el Crucero “Baleares” recibió dos impactos de 15,24 centímetros procedentes de disparos del Crucero “Libertad”, uno de ellos en el costado de babor a proa y otro en la chimenea. Por efecto de la explosión del proyectil que dio en la chimenea quedó fuera de combate toda la dotación del cañón 4 de 12 centímetros de babor, a excepción del apuntador vertical, parte de la del 2, el Auxiliar de Artillería del grupo de 12 centímetros de proa, que falleció al poco tiempo e igualmente resultaron heridos, el Guardia Marina del grupo de proa y el Alférez de Navío que lo mandaba, así como el Teniente de Navío que mandaba el grupo de popa.
Uno de los cascotes penetró por la parte alta de una caja de urgencia, situada a babor a la altura del cañón 2, que contenía tres ó cuatro hileras de chilleras con iluminantes, incendiando un cartucho de éstos cuyo proyectil hizo explosión en el interior de la caja, en cuyo momento, el soldado de Infantería de Marina Manuel Lois García, telefonista del cañón 4, con puesto inmediato a la caja, ve como sale humo de ella y se abomba por su parte posterior, y dándose cuenta del peligro que una explosión probable de los proyectiles iluminantes y de los de alto explosivo situados en las chilleras de debajo de aquellos puede acarrear, se dirige a la caja y zafa la única tuerca que tiene echada la puerta; al zafarse la tuerca, la presión interior abre la puerta con violencia y una llamarada grande, da de lleno sobre el cuerpo del soldado Manuel Lois que recibe en el pecho el paracaídas del iluminante que hizo explosión y no obstante empezarle a arder las ropas se apodera de un proyectil que tira al agua, después, corre hacia popa envuelto en llamas alcanzándole, a la altura del cuarto del cuarto del Oficial de guardia dos Marineros del trozo de auxilio de proa que lo despojaron de las ropas y lo entregaron al trozo de auxilio de popa. Conducido a la Enfermería y después de curado, fue evacuado en una camareta en la que falleció por la noche del día siguiente día”.
Le fue concedida a título póstumo la Laureada de San Fernando (30-5-1939, B.O.153) y es habitualmente
usado como héroe en homenajes oficiales por la Infantería de Marina Española.
Almirante Fernández Martín
Ingeniero Electricista de la Armada Española, se le otorgó el mando del cañonero Cánovas del Castillo, ostentando ya el grado de capitán de corbeta, participando en la preparación del desembarco para la ocupación de Ifni por lo que fue condecorado en 1935.
Tras producirse la sublevación se le entregó el mando del débil y desgastado destructor Velasco “Ceuta” que Italia vendió a los sublevados con los acuerdos de 1937. Al Velasco “Ceuta” le embarcaron una cuarta chimenea para intentar confundirlo con el Destructor “Velasco” el único destructor que al estallar la guerra civil, hallándose en reparación en Ferrol, quedó en poder de los nacionales y que mediante la intervención de su comandante, el capitán de corbeta Manuel Calderón, consiguió que la tripulación acatara sus órdenes y se sumara a la sublevación militar. La intervención de su marinería fue fundamental para dominar la base de Ferrol.
Poco rendimiento se le podía sacar a este barco por sus continuas averías, pero su participación junto al Canarias, en la inutilización del destructor republicano “José Luis Díez”, que fue en el pensamiento general un éxito del Velasco Ceuta ya que fue el primero que disparó.
Posteriormente se le otorgo el mando del Ciudad de Alicante crucero incautado a la Compañía Trasmediterránea para su reconversión en crucero auxiliar, armado con un cañón de 120 mm., dos de 105 mm. y otros dos de 47 mm. El “Ciudad de Alicante” participo en el otoño de 1938 , en la expedición al Mar del Norte que informó de la existencia de un considerable número de mercantes españoles refugiados y dispuestos para salir a los puertos rusos del Báltico y el posterior hundimiento del vapor Cantabria. A principios de marzo de 1939, el “Ciudad de Alicante” se encontraba en Cádiz con otras unidades dispuestas para el transporte de tropas a Cartagena, expedición que no llevó a cabo y cuando el día 1º de abril se anunció oficialmente el final de la guerra, se encontraba en Ferrol, donde fue desarmado.
Posteriormente como Capitán de Navío, Pedro Fernández Martín, vistiendo el uniforme alemán y con el escudo de España, embarcó en buques alemanes para tomar parte en operaciones de guerra en el sector del golfo de Finlandia, encuadrado en la desconocida rama naval de la División y Escuadrillas Azules. El primer grupo de españoles con destino a unidades de la Kriegsmarine estaba a su mando. Tras permanecer durante algún tiempo en Alemania, llegó al Báltico oriental en la segunda quincena de noviembre de 1942. Allí participó en numerosas operaciones de minado, contraminado, patrulla antisubmarina, protección de convoyes, etc. e integrado en diferentes flotillas de guerra, siempre en medio de unas terribles condiciones meteorológicas. Estuvo en el Báltico hasta enero de 1943. Después paso por diversas unidades de instrucción entre las que destacan el Admiral Scheer. Finalmente regresó a España a principios de marzo. Los marinos españoles recibieron numerosas condecoraciones navales alemanas y españolas.
Falleció siendo Capitán General del Departamento Marítimo de Ferrol, el 1 de octubre de 1962.
Bajo las banderas de la Kriegsmarine. Marinos españoles en la armada alemana 1942-1943 de Alfonso Escuadra Sánchez. Fundación Don Rodrigo 1999.

Marqués de Alborán
Almirante Francisco Moreno y Fernández, participante en la Guerra Civil Española de 1936 a 1939 al servicio de la flota sublevada. Llegó a ser Almirante de la Flota Nacional y Jefe de las Fuerzas de Tierra,
Mar y Aire de Bloqueo del Mediterráneo.
En 1917 fue designado para formar parte de una Comisión de Expertos que, en plena I Guerra Mundial, marchó a Alemania para visitar y estudiar sus puertos militares, sus defensas, astilleros, y numerosas y grandes factorías, recorriendo asimismo todo el frente de combate. A su regreso, tomó el mando del Torpedero Nº12 como Profesor de Torpedos de los Guardiamarinas de la Escuadra de Instrucción.
Capitán de Corbeta en 1920, se le nombró segundo Jefe de la Comisión Hidrográfica del Norte.
El golpe de Estado de 1936 le halló en Ferrol, donde se unió a los sublevados tomando el mando del Arsenal, y posteriormente en la campaña naval.
El Gobierno de Burgos le nombró Jefe de la Flota Nacional y Vocal de la Junta de Defensa, habilitándose de Contralmirante.
Con el Canarias y el Cervera se distinguió entonces en las operaciones del Estrecho, dejando fuera de combate a los destructores que permanecían de vigilancia, los Gravina y Almirante Ferrándiz, durante la batalla del Cabo Espartel, levantando el bloqueo de la costa sur y de las plazas de soberanía del Norte de
África.
En 1937, ascendido a Vicealmirante, se le nombró Almirante Jefe de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire del
Bloqueo del Mediterráneo.
Terminada la guerra, fue nombrado Capitán General de Cartagena y, en septiembre del mismo año, de Ferrol donde falleció en 1945. Franco le otorgó, con carácter póstumo, el título de Marqués de Alborán.
Tras su muerte fue enterrado en el Panteón de los Marinos Ilustres.
En 2010, 65 años después de su fallecimiento, Francisco Moreno Fernández formó parte de los treinta y cinco altos cargos del franquismo imputados por la Audiencia Nacional en el sumario instruído por Baltasar Garzón, por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad cometidos durante la Guerra Civil Española en los primeros años del régimen. Este proceso fue declarado ilegal por el Consejo General del Poder Judicial, en base a la Amnistía de 1977[.]

Honorio Cornejo
Honorio Cornejo y Carvajal, natural de Ferrol, inició muy joven la carrera de la marina, fue destinado a Filipinas y una vez de regreso, tras ocupar algunos cargos, ejerció como profesor de Física y Astronomía en la Escuela Naval. Ocupó diversos destinos en varios barcos en función de su graduación. En 1918 fue comandante del acorazado Alfonso XIII.
En el mes de julio del año de 1920, se le asciende al grado de contralmirante y en el mes de octubre, se le nombra Primer Teniente Fiscal del consejo Supremo de Guerra y Marina.
En el mes de septiembre del año de 1923, se le nombra segundo Jefe del Estado Mayor Central y en el mes de mayo del año de 1924 deja el puesto, por haber sido nombrado Subsecretario de Marina y en el mismo año el día veintiséis de noviembre se le asciende al grado de Vicealmirante.
En 1925, fue nombrado Ministro de Marina de la Dictadura de Primo de Rivera, al que prestó su apoyo desde septiembre de 1923 hasta 1928 en que presento su dimisión al Rey Alfonso XIII.
En diciembre 1932, tras el régimen dictatorial, fue condenado, a seis años de destierro a 250Km. de Madrid y 20 años de inhabilitación absoluta, por auxilio a la alta traición al prestarse a colaborar que el general rebelde continuase la realización de su propósito de suplantar el régimen constitucional y parlamentario por el dictatorial y absoluto.
Falleció en una cárcel de Madrid en el transcurso de la guerra civil el 13 de marzo de 1937, “A consecuencia de los sufrimientos y del hambre”.

Zalamea la Real. Aproximación histórica DOMÍNGUEZ CORNEJO, M. y DOMÍNGUEZ PÉREZ DE LEÓN, A. (1994)
Diario A.B.C. jueves 8 de diciembre de 1932.

Cándido Pérez
Durante la Guerra Civil, el comandante del bou armado “Virgen del Carmen”, Teniente de Navío Javier Quiroga Posada, Conde de Villar de Fuentes, y los dos maquinistas, Manuel Martínez y Pardo de Andrade y el graduado de Alférez Maquinista Cándido Pérez Expósito, fueron apresados y entregados por la marinería a las autoridades republicanas en Bilbao y Juzgados por un Tribunal Popular, por haber participado en los apresamientos del Arrate-Mendi y del Galerna y en varios ataques a otras embarcaciones. El fusilamiento del padre Ariztimuno, que iba de pasajero en el Galerna, pesó decisivamente en la decisión del Tribunal que encontró culpables a los acusados, salvo a Manuel Martínez, y les condeno a la pena de muerte. Quiroga y Cándido Pérez fueron fusilados en las tapias del cementerio Derio, el 11 de enero de 1937, por un pelotón de las FNC. Cándido Pérez recibe múltiples homenajes, entre ellos, el bautismo con su nombre en 1977 del Patrullero P-16, dado de baja en 2009 tras 32 años de servicio.
Este suceso fue escrito por Luis Hoyos Gascón como testigo presencial y distribuido con el titulo “Como mueren los marinos de España” por la Jefatura Provincial de Propaganda de Vizcaya.
Esta publicación es un extraordinario relato de entereza, valor y subordinación, que colmado de los clásicos enunciados franquistas que glorifican la muerte por Dios, España y Franco, consiguen forjar dos héroes y mártires para los sublevados. Luís Hoyos Gascón, era notario de Amurrio y fue separado del servicio por deslealtad al gobierno, había escrito en 1933, El Meridiano de Moscú o la Rusia que yo vi, un libro de viajes repleto de los tópicos de la derecha conservadora sobre Rusia.

Salvador Moreno
Salvador Moreno Fernández, se incorporó inmediatamente a la sublevación militar en su ciudad natal, Ferrol, toma el mando del crucero leal al gobierno Almirante Cervera y una vez dominada la base por los sublevados sale de dique el día 23 de Julio con una dotación improvisada, consiguiendo un gran protagonismo a lo largo de la guerra. La primera misión va a ser acudir a cañonear Gijón en auxilio de los militares sublevados, sitiados ya en los cuarteles de Zapadores y Simancas. La eficacia militar de esos cañoneos no será nunca muy grande, pero la impresión que causaban en la ciudadanía y en la moral de los sitiados era muy enorme.
Después, pasó a mandar el crucero Canarias, dentro de las operaciones en el Mediterráneo y el Atlántico, donde también obtuvo importantes éxitos como la captura del "Mar Cantábrico" cargado de material de guerra para los republicanos.
En 1937 fue nombrado segundo Jefe de Estado Mayor de la Armada, y en agosto de 1939 fue proclamado Ministro de Marina, cargo que desempeñó en dos etapas (1939-45 y 1951-57). Fue el encargado de acometer la reconstrucción de la Armada española tras la Guerra Civil.
En su papel de Ministro de Marina, fue uno de los altos cargos del régimen que más insistió para que España no tomase parte en la Segunda Guerra Mundial. De hecho, él y el entonces Capitán de Fragata Luis Carrero Blanco redactaron en 1940 el informe que desaconsejaba la intervención española en el conflicto, y que a la postre resultó decisivo para que no se produjese.
Ascendido a Almirante en 1950, en 1951 le fue concedida la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico [3] y caballero de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén. Fue enterrado en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz).
Fue uno de los treinta y cinco altos cargos del franquismo imputado por la Audiencia Nacional en el sumario instruído por Baltasar Garzón, por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad cometidos durante la Guerra civil española y en los primeros años del régimen. No fue procesado al comprobarse su fallecimiento.

González Llanos
José Mª González-Llanos y Caruncho, Contralmirante Honorario e Ingeniero Naval, es natural de Ferrol y nació el día 27 de junio de 1899.
Durante la Guerra de Marruecos (años 1921 y 1922) participó a bordo del acorazado Alfonso XIII en la campaña de reconquista de la zona de Melilla y en las operaciones de Tiguisas y Wed Targa (Tetuán), por la que obtuvo la Cruz Roja del Mérito Naval.
Asciende a capitán de corbeta el 15 de enero de 1929 pero pasa a prestar sus servicios a la Sociedad Española de Construcción Naval en la que llega en 1935 a director de la Factoría de Ferrol, teniendo una participación directa en el proyecto y construcción de los cruceros Baleares y Canarias.
Al iniciarse la Guerra Civil en 1936 decide cesar voluntariamente en su cargo y embarcarse en el crucero Canarias, que se estaba alistando a toda prisa para participar en las operaciones navales de bloqueo del Estrecho. Meses después, habilitado de capitán de navío, se reintegró a su puesto de director de la Factoría de Ferrol incautada por el Estado, donde era más necesario ya dada la importancia vital de la constructora para la guerra, con una actividad constante, de día y de noche, en la reparación de los barcos de guerra y otros suministros para los sublevados.
Ascendido a contralmirante honorario en 1958, estaba en posesión de numerosas condecoraciones, nacionales y extranjeras.
Funda la empresa Fabricaciones Eléctricas Navales y Artilleras (FENYA) proveedora de equipos eléctricos con destino a las Fuerzas Armadas y en el año 1949 cesa voluntariamente en la dirección de la Empresa Nacional Bazán de Ferrol para dedicarse íntegramente a los Astilleros Astano centrándose en la construcción de grandes petroleros. Ejerció de catedrático en Madrid y presidió la junta de obras del puerto de Ferrol.
Fallecido en 1990, se le ha erigido una estatua en el barrio de Esteiro de Ferrol.
Carrero Blanco
Luis Carrero Blanco, duque de Carrero Blanco a título póstumo, Ingresó en la Escuela Naval en 1918 contando con 14 años y tomó parte en la Guerra del Rif (1924–1926).
Al iniciarse la Guerra Civil Española se refugió en las embajadas de México y Francia para evitar ser ejecutado por milicias republicanas, hasta que en junio de 1937 consiguió evadirse a la zona sublevada.
Con el grado de Capitán de Corbeta fue situado al mando del destructor Huesca y, posteriormente, de un submarino, llegó a ser jefe de Operaciones del Estado Mayor de la Marina.
En el año 1940 redactó un informe recomendando la neutralidad española en la II Guerra Mundial.[2]
Desde entonces se convirtió en hombre de confianza del general Franco, desplazando paulatinamente a Juan Antonio Suanzes. Fue nombrado Subsecretario (1941) y Ministro de la Presidencia (1951), luego Vicepresidente (1967), lo que supuso un incremento creciente de su peso específico en el gobierno. En su labor procuró limitar la influencia de los falangistas, promovió la modernización económica y administrativa del Estado, aunque siempre dentro del franquismo, y apoyó la planificación de la sucesión monárquica del régimen, en la figura de Juan Carlos I.
En junio de 1973 fue nombrado Presidente del gobierno, lo que hacía pensar que se convertiría en el hombre fuerte del Estado a la muerte del Caudillo y en el pilar sobre el cual se sustentaría el franquismo sin Franco, pero su asesinato el 20 de diciembre de 1973 en un atentado perpetrado por ETA en Madrid abortó esas expectativas. También fallecieron otras dos personas, el inspector de Policía, José Antonio Bueno Fernández, y el conductor del vehículo, José Luis Pérez Mogena.
El objetivo del atentado, según indicaba el comunicado en el que ETA asumía su autoría, era intensificar las divisiones entonces existentes en el seno del régimen franquista entre los «aperturistas» y los «puristas». Según declaraciones posteriores de uno de los miembros del Comando Txikia, Carrero Blanco era «una pieza fundamental» e «insustituible» del régimen y representaba al «franquismo puro»: La ejecución en sí tenía un alcance y unos objetivos clarísimos. A partir de 1951 Carrero ocupó prácticamente la jefatura del Gobierno en el Régimen. Carrero simbolizaba mejor que nadie la figura del «franquismo puro». Por otra parte, llegó a ser insustituible por su experiencia y capacidad de maniobra y porque nadie lograba como él mantener el equilibrio interno del franquismo […].

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